miércoles, 10 de octubre de 2007

Grand Sentinel


D
espués de un día de reposo, y de hablar con un escalador local, nos decantamos por intentar escalar el Grand Sentinel. Es una aguja de cuarcita, de unos 120 metros. Hay dos vías, una la cara sur, de 5.9, clásica, y otra, la Cardiac Arête, de corte deportivo, de 5.10d orientada hacia el NE. Nos prometen que la roca es buena, que es fácil de proteger y que las reuniones están con párabolts, así que nos vamos para allí.

Madrugamos, y a una hora decente estamos en el párking del lake Moraine. Hay más gente con cascos y cacharros, un guía nos pregunta a dónde vamos, nos comenta que él también va para allí, que el largo de 5.9 es muy bueno, y que hace falta el cámalot número 5, pero que nos lo deja. A mí me convence más el hecho de que el último largo tenga un escaqueo de 5.4 por la izquierda, pero aún así, es muy amable de su parte.

Hay buena luz, y echamos alguna foto al lago. Después, arrancamos a andar. Remontamos el bosque, y después, atravesamos las praderas del larch Valley, vemos perdices nivales en las orillas del Minnestimma Lake, y acometemos la subida final al Centinel Pass, más corta de lo que parece. Hay un grupo grande de gente, pero se van todos al Mount Temple.

Del collado se ve ya la aguja, terriblemente estética. Descendemos el campo de bloques y atravesamos las pedreras hasta alcanzar la base de la aguja, en un poco más de dos horas desde el párking.

En la cara Sur hay dos cordadas delante, toca esperar un poco. Hemos cometido el error de subir dos cuerdas, con una de 60 doblada da de sobra. Nos colgamos los trastos, Tino nos deja los cámalots del 2 y del 3, para que los tengamos repes, cosa que agradeceré más arriba, y cuando toca el turno tiro para arriba el primer largo. Es 5.4, pero se me hace duro, y tengo que proteger más de lo que esperaba. Además la roca está muy fría, y la cuarcita es algo rara. Recupero a Montse mientras se marcha el segundo de la cordada que nos precede. Veo a Tino, en la R1 de su vía, al oro lado de la aguja.

El segundo largo es 5.7, aunque cuando le di creía que era 5.6. La cosa es que es 5.7 yendo por lo fácil. Yo le doy por donde ha subido la cordada anterior, más o menos recto. Este largo es una serie de repisas cómodas, separadas por tramos verticales, con fisuras más o menos buenas. Hago el primero paso y meto un friend. Llego a la segunda repisa y meto el alien amarillo. Y aquí viene lo chungo, hay una fisura a la derecha, pero es tan pequeña que no me caben los dedos, ni ninguna de las piezas que llevo para proteger, así que me piro por la izquierda, por romos, subiendo pies, hasta que me quedo pillado.

La situación no es muy cómoda, no me veo los pies, estoy con la mano izquierda muy abajo, a la altura de las rodillas, cogido de un romo, no me veo los pies, y no encuentro nada para la mano derecha. Tengo el alien amarillo a diez (2) metros debajo mía. Ha ido llegando gente, hay como quince personas haciendo cola en el pie de vía, que ven lo mal que lo estoy pasando. Intento respirar para tranquilizarme, la vía aquí tumba algo, así que puedo aguantar mucho en ese sitio, lo cual no sé si es bueno. Sólo tengo que fiarme de unos pies que no sé dónde están puestos y de un Z4. Respiro, pinzo algo con la derecha, y subo despacito la izquierda, hasta coger un romo. Subo un pie a donde tenía la mano y ya está. Debería poner un seguro, pero me doy una excursión para relajarme. Para llegar a la reunión queda otro paso. De la R cuelga una cinta de un par de metros para hacer A0. Aún me queda adrenalina, así que meto un friend y llego a la R en libre. El largo se me ha hecho eterno, pero cuando llego a la R todavía está ocupada, así que puedo reposar un poco antes de recuperar a Montse.

El tercer largo es 5.8, y no tiene ningún misterio, es un diedro fisurado, totalmente vertical que va a parar a un techo que parece que tiene mucho canto. Al principio se deja hacer, hay cosas, sobre todo para pies, que permiten subir sin hacer esfuerzos excesivos. Y se protege a placer. Hasta que se acaba lo bueno. Llega un punto donde las cosas para pies desaparecen, y es duro pasar de estar en cantos buenos a la nada. Y todavía queda mucho largo, tengo el tres repetido, pero no me queda ningún dos, en el largo anterior he pasado miedo para todo el mes, está la presión del público. Además, he lazado un bloque empotrado, que no es lo mismo abandonar una cinta que un Camalot del 3. Así que para abajo. Me descuelga Montse, luego un par de rápeles, y a recoger el material.

Vemos a Tino y Xose completar el último largo de su vía. Ellos están muy fuertes, se la sacaron a vista. Cuando bajan, se ofrecen para subirnos por la clásica, pero no estamos para mucha fiesta, y además va a llover. La primera tormenta nos pilla antes de llegar al collado, pero es pequeña. Seguimos bajando, deprisa, y casi llegando al párking nos cruzamos con turistas que suben a ver los ibones, ignorantes de la que va a caer. Y pillaron, vaya que sí pillaron. Como nosotros, que por apenas diez minutos llegamos empapados al coche.

2 comentarios:

Pekas dijo...

Espera..espera... ahora vuelvo... es qué no me habia puesto el babero... y he dejado perdido el teclado de babas varias... :-))))

Esque algo de evidia..
( totalmente insana ;-))) si que me ha entrado... :-)))

Borja dijo...

Vaya agujita y por lo que cuentas la escalada fue disfrutona...
Pues nada, para resarcirse de la anterior en la que os llevabais la roca de recuerdo en cada agarre.
Querems más!