jueves, 26 de junio de 2008

Dent d'Orlu. Arista este.

Después de las tapas, el domingo venía el plato fuerte, la arista este (Arête est en las reseñas del CAFMA). No madrugamos demasiado, pero visto lo que tuvimos, lo suyo para esta época del año es salir a las cinco de la mañana para llegar al col de Brasseil con las primeras luces del día. Llegamos bastante más tarde que eso, y ya había gente escalando. Del collado se avanza por el pie de la pared, siguiendo la línea de puntos rojos hasta encontrar una instalación de rápel. Antes de que la cosa se ponga muy chunga mejor pararse a ponerse el arnés, que la repisa no es demasiado cómoda para andar con tonterías. Un destrepe de segundo nos lleva a una buena instalación. De allí, un rápel de 45 metros nos deja en la repisa herbosa donde comienza la vía. La rampa del rápel parece IV desequipado, así que volver es factible, pero delicado. Hay un parabolt y unos puntos rojos y el nombre de la vía escrito, así que no hay problema.

L1 (5a): La vía sigue una diagonal herbosa hacia la izquierda, para alcanzar la arista. No tiene gran dificultad, pero si hay humedad, las transiciones hierba-roca son graciosas. Al final de la diagonal está el paso de quinto, en una especie de chimenea que se protege bien. Un poco más arriba se hace reunión en dos parabolts. Este largo es el único que nos salió de más de cincuenta metros, pero no hay problemas para hacerlo, ni el resto de la vía, con cuerdas de 50.

L2(5a): De la R se sigue un poco hacia la izquierda, para buscar el paso más sencillo del resalte, que está bien protegido con un friend. Después, se sigue hasta la R, con algún seguro.

L3(5c): Primero de los largos duros. Un resalte tieso, protegido con un parabolt. Después, travesía hacia la izquierda, por fisuras protegibles, y se llega a una bonita placa con otro parabolt, que se supera ayudándose de una veta de cuarzo. Me faltó convicción, y me colgue a mirármelo, pero no era demasiado duro.

L4(5b): De la R enseguida se llega a un murito con diedros con la entrada algo desplomada. Meto un friend, lo pruebo, pero no lo veo muy claro. Estoy un rato y al final me decido por el escaqueo por la derecha. Cambio el friend del sitio y encuentro un clavo junto al friend que he puesto. Sigo por la rampa a la derecha y encuentro un parabolt. Tiro un poco más hacia arriba y cuando la cuerda empieza a pesar, monto R en un buen merlet. Tal vez me haya perdido algo, porque el 5b no lo he visto. En cambio, en la repisa de la R veo algo que brilla. Pa la saca.

L5(4c): Llega el momento All-Bran del día. De la R, salida matojera por encima de un enebro enclenque, que lazo. Más adelante encuentro otro enebro enclenque, con un cordino ya puesto, que vuelvo a lazar. Y luego viene el paso. Hay que cambiarse a un diedrillo a la izquierda, con pies regulares y manos malas, en un paso de fe. No lo veo claro, y en cambio, voy subiendo más, y yéndome más a la derecha, hasta que hago un paso que luego no podré destrepar. Y ahí me quedo, sin poder volver a la vía, y sin poder meter nada, pues estoy en una placa bastante compacta y sin ningún seguro mínimamente fiable desde la R. Así que de perdidos al techo, a ver si puedo meter un friend en una fisura con mucho liquen. Tiro poco a poco con cuidadín, me planto medio bien, pruebo con el #2 y es muy grande. Pongo el #1, que entra bien, pero no me acaba de dar buen rollo. Chapo una cuerda, y consigo un poco más de calma, suficiente para coger la fisura del techo en invertido, y mediante unos movimientos escalatorios lograr incorporarme a terreno más fácil. Respiro, que llevaba un rato sin, coloco el #3 en un buen lugar, y sigo sin más incidencias hasta la R.

L6 (5a): Aquí hicimos lo que parece imposible en una arista. Nos perdimos. Tiramos una diagonal hacia la derecha, por unas terrazas, casi caminando, y luego para arriba, hasta que se acabó la cuerda y hubo que hacer reunión en unos bloques. Todo bastante fácil. Seguro que este largo es bonito, pero no lo vimos.

L7(5a): Conscientes de que estábamos fuera de la vía, hacemos una tirada matojera para intentar volver a la arista, resultando uno de los peores largos que se recuerdan. Llegamos a la R, desde donde vemos el largo, que parece una bonita placa de adherencia. Pero no estamos para rapelarlo y comprobar si es tan bonito como parece.

L8 (4a): Recuperamos el placer de escalar por roca. Además, al alcanzar el filo del espolón nos encontramos con una vista preciosa de la Main, con una cordada atravesando la Taillante. Hay un parabolt donde me dispongo a montar R, pero veo unos metros más arriba el descuelgue de la Durendalle, y sigo hasta allí.

Llegados aquí estamos a mitad de vía, buen momento para hacer una parada, y evaluar los daños. Hemos hecho seis de los nueve largos de quinto, pero aún nos quedan dos de 5c. De agua llevábamos tres litros y ya estamos en la reserva. El sol sigue plantado encima nuestra, calentándo de lo lindo. Físicamente estamos también bastante justos. Rapelar la vía es bastante complicado. Seguramente el abandono más sencillo en este punto sea rapelar por la Durendalle o les Enfants. Pero tampoco estamos tan mal, sólo necesitamos que el sol nos deje de pegar duro como lo ha hecho durante todo el día. Buscamos la sombra de unos bloques, reposamos un poco, comemos algo, y continuamos el camino.

L9 (3c): Largo cómodo hasta que se junta con la salida de les Enfants de la Dalle, a la altura de la última chapa. Un paso que no es 3c y se llega a la reunión.
L10(3c): Este sí que es tercero, aunque comienza bastante aéreo. Luego no tiene más problema que el ir viendo el largo siguiente cada vez más cerca, e ir comprobando que la vía sí que va por ahí. De la R nos descolgamos un poco hasta una zona de sombra, donde seguimos esperando que el sol se marche.

L11(5c+): En efecto, la vía sigue el filo del espolón, y no se lo escaquea. En cambio, al meterse en faena la cosa cambia. Al principio, una placa fina pero factible, bien protegida con un parabolt nos lleva a un replano en la arista. Un paseíllo aéreo pero fácil nos lleva a la travesía de 5c+. Dos metros y pico de travesía por una placa lisa. Así, a vista, me pareció imposible, pero hay un parabolt al principio, otro a mitad de la travesía, y un enebro en el diedro de salida. El A0 me salió bordado. Después no tiene más problema que el ir viendo el largo siguiente cada vez más cerca, e ir comprobando que la vía sí que va por ahí.

L12(5c): Esta es la razón por la que merece la pena subir hasta aquí. El largo sigue el filo de un magnífico y estético espolón. Encadenarlo debe ser magnífico, pero si ya de normal andamos justos de grado, a estas alturas de partido, ir de chapa a chapa trampeando todo lo posible ya es un triunfo. Está bien protegido con parabolts, no hay excusa para no intentarlo en libre. Pongo el Z5 antes de el primer parabolt, que está un poco alto, y escalando un poco llego a él. Lo chapo, respiro, y me preparo para una sesión de A0 con salidas en libre, de chapa a chapa, por todo el filo. La última chapa me pilla muy alta, así que me escaqueo por la derecha, colocando el #.5 a cañón, y después saco de la saca la cosa brillante que me esperaba en la R4, que proteje la salida de la fisura de la derecha, hasta llegar a terreno más fácil.

Sobre la reseña ya hemos pasado lo duro, estamos justísimos de fuerzas, pero no deberíamos tener problemas. Además, las nubes de evolución comienzan a hacer su trabajo, y el sol nos da algo de tregua.

L13(4c): Se camina hacia la derecha y después se remontan unas placas fáciles, con roca algo delicada, hasta la R. Seguramente tercero.

L14(5b): Un último paso para acabar bien el día. Un diedro con pancita, bien protegido. Lo pruebo, pero me falta el canto que me permita subir bien los pies. Tengo un buzón para la izquierda, pero las fuerzas no me dan para el canto de la derecha, que está en un agujero que veo de color amarillo. Lo pruebo un par de veces y no salgo. El último movimiento de la vía se me está amontonando. Al final, veo la luz. Izquierda en el buzón, Camalot del #2 en la mano derecha, directo al agujero, A0, pies arriba y ya está. De la reunión ya veo el último largo, que ya conocemos de cuando hicimos la Josephine.

L15(3c): Travesía sencilla y reunión en un bloque. Coincidimos con un par de cordadas, una entra por el sur, por la Ithaque, y la otra por el Norte, por Es poulit l'éfan. A partir de aquí, el terreno se conocido, y la otra vez lo pasamos sin material, así que esta no pasaremos mucho miedo.

L16(4a): Un muro vertical con mucho canto, una travesía y una diagonal fácil en adherencia, para llegar a la última R de la vía. La cuerda roza bastante. Y ya está la vía. Los franceses han desaparecido, seguramente se hayan desencordado en este punto. Nosotros optamos por una solución intermedia, plegamos una de las cuerdas y tiramos al ensemble con la otra. Hasta cima quedan tres muritos de III, tiesos y con tanto canto como patio.

Y ya está, casi. Guardamos el material, y arrancamos para abajo, agotados y totalmente deshidratados. Una primera parte del descenso incómoda da paso a un tramo más cómodo, donde el sol vuelve a aparecer para intentar darnos la puntilla. Tras un tramo agónico, logramos introducirnos en el bosque. Allí, la sombra nos permite seguir bajando hasta que, por fin, llegamos al arroyo, donde nos prehidratamos, y nos aseguramos la supervivencia hasta el coche, donde nos esperan unas cervezas fresquitas.

Ha sido una vía muy dura, más aún teniendo en cuenta que le hemos entrado un poco tarde, y bastante justos de fuerzas en un día demasiado caluroso. La vía nos ha resultado más exigente que la Josephine, tiene bastante de aventura, algunas zonas un poco feas, un largo muy muy bueno, parabolts en los pasos duros y tramos de autoprotección. La retirada es bastante complicada en casi toda la vía. El ambiente a partir de la R7 es excelente, con todo el patio de la cara sureste, y la mano y la Taillante. Muy alpino.

De material, utilizamos friends de todos los números. Concretamente, en el tramo desde la salida de la Durendalle y les Enfants de la Dalle a cima colocamos cuatro piezas, en el L12 el Z5 de WC porque la primera chapa está un pelín alta y el #.5 y el #.75 de BD para proteger el escaqueo del último parabolt y en el L14 el #2 para acerar el 5b. Todos más por falta de grado que para proteger puesto que los pasos duros están con parabolts. Si algún día nos animáramos a meternos a les Enfants creo que sólo llevaría cintas largas para merlets y sabinas, y no llevaríamos ningún friend para este tramo, o a lo más el Z5, que no pesa. El resto, teniendo el grado son prescindibles tranquilamente en el último tramo.

1 comentario:

Rul y Mel dijo...

Tío, eres mi héroe jajaja! Q mieeeddooooooo!