Más Cap de Mort
Otra vespertina a Sant Llorenç de Munt, con Montse y Silvia. A las siete menos cuarto está realmente negro en el párking del Cavall Bernat. Truena. Dudamos entre escalar o caminar un poco.
-Vamos a escalar al Cap de Mort, así cuando llueva nos pillará cerca del coche.- opino de forma optimista, ya que tiene pintas de empezar a llover antes de que lleguemos al Cavall. Pero el tiempo aguanta, y llegamos al pie de vía sin mojarnos. La vía elegida es ésta, en la pared Oeste de Cap de Mort. Le dicen la vía del Diedre.
Mientras nos ponemos los arneses empieza a llover. Tiramos para arriba a ver si hay suerte.
L0 (15 m, II): Se remonta una rampa con tierra y vegetación, hasta llegar a un árbol donde se hace R0.
L1 (20 m. V): Un primer resalte se supera por la placa (un spit a mitad) o por el diedro (un spit arriba). La roca está algo mojada, así que tiro por el diedro. Después, se cruza un pradito y se llega al diedro clave. Está bien protegido con spits y algún buril. La pared de la izquierda está un poco pulida, y empapada por la lluvia, y la de la derecha desploma. Con eso y mi lamentable técnica en esas lides, me lío y acabo del revés en el diedro, chapando por la espalda mientras miro a Montserrat. Me cuelgo del spit, me recoloco y me lo miro. La pared de la izquierda tiene bastante agua, y da algo de mal rollo. Trampeo un poco, sigo diedro arriba, me vuelvo a perder y vuelvo a repetir la operación de chapar mirando a Montserrat, para regocijo de mis compañeras de cordada. Al menos el diedro se acaba, y hay una salida en libre, con buenos bidedos y pies patinosos por la lluvia. Se llega a un bosquecillo donde se monta la R1
L2 (20 . III+): Ha parado de llover y ha salido el sol. De repente la roca se seca. Como dice M. M., con sol y buen canto cualquiera escala, así que en este largo lo paso bien. El primer seguro está muy lejos, a seis o siete metros. Llego sin sufrir mucho, chapo y me doy cuenta de que ya no llevo más cintas, así que pido que me descuelguen a la R. para recoger alguna más. Grave error, porque el resto del largo estaba limpio como la patena. Cargado de cintas, vuelvo al ataque. Después de la primera chapa se puede elegir placa o chimenea. Tiro por la derecha, por la chimenea, y creo que acierto, es fácil y aéreo, y compensa el mal rato pasado en el diedro mojado. Enseguida se llega arriba. Rodeo con la cuerda una gran sabina y monto R.
Para bajar encontramos una reunión rapelable unos metros a la izquierda de la vía. Pero como sólo llevamos una cuerda de sesenta, pues uno rapela y sube las mochilas mientras los otros se quedan arriba del Cap de Mort, disfrutando de la puesta de Sol. Para la siguiente vez ya sabemos, dos de sesenta, e ir a buscar el rápel.
3 comentarios:
Güenaaaas, menudas compañeras te has buscado, mira que reírse de que estabas bailando con la pared, jajaja.. el crusaito, el brekindans jajaja. La chimenea limpia? De eso nada, casi arriba del todo hay una pitonisa con un cordino roñoso jajajaja. Un besote para Montse y un abrazo para ti.
Ostia... el cap de mort.... anda que no hace años que no voy por esos lares... tiempos de botas y arneses integrales... :-)))))
Juerrrrrrrrr.... cómo pasa el tiempo... ;-))))))))
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