Llegará la tormenta

Morral d'en Bens desde la Barata
Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa ¿Qué has visto en tu viaje por tierras lejanas? Caí entre la bruma de doce montañas Vagando por seis autopistas cortadas En medio de siete bosques callados Perdido en las costas de negros océanos Subí a diez mil millas hasta un camposanto Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta Que anuncia el cielo	Ayer por la tarde volvimos a caminar a Sant Llorenç. El día había sido soleado, pero al acercarnos a la montaña ya se notaban los primeros signos de nubes. Aparcamos en la Barata, cruzamos la Riera de las Arenas y nos dirigimos a Can Bofi. Al llegar a la masía, se bordea la valla por la izquierda para encontrar el sendero que remonta el Torrent del Forn Del Cargol. También es posible entrar en la Masía, pero entonces hay que saltar la valla para salir por el otro lado, y es de mala educación, y además es más largo.
Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa ¿Qué oíste en tu viaje por tierras lejanas? El ruido de un trueno preludio del miedo La última ola al final de los tiempos Tambores sonando en la linea de fuego Y tantos susurros que no escucha nadie Oí carcajadas y llantos de hambre La triste canción del poeta en la calle La voz de un payaso cubierto de sangre Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta Que anuncia el cielo	El sendero es muy agradable, con sombra abundante. Pasa por debajo de Puig Conill y suavemente alcanza la Carena del Ginebres, bajo el Morral Gran. Subiendo comienzan a oirse los truenos, bastante a lo lejos, pero decimos que son cohetes para festejar Sant Jordi, y seguimos para arriba. En el collado empiezan a caer unas gotas. Entonces, decidimos cambiar el recorrido, desistiendo de subir als Obits y bajar por la canal del Pi Tort. En cambio, tiramos para abajo por Coll Prunera. La tormenta todavía no nos ha alcanzado, así que nos tomamos unos minutos para alcanzar la cima del Morral D'en Bens, con un pasito de II. Destrepando ya se oye algún trueno, que ya no suena a cohete lejano, sino más bien a ropa desgarrada. Parece que Sant Jordi ha despertado al Drac
Me han dicho que has vuelto por fin a tu casa ¿Y qué harás ahora que el viaje se acaba? Volver antes de la lluvia de estrellas A lo más profundo de lo desconocido Donde hay multitudes sin nada en las manos Allí donde el sol ha secado los ríos Donde eres esclavo o un pobre fugitivo Que ha visto los ojos de un hombre sin rostro Donde todas las almas han sido olvidadas Donde negro es el color y el número no existe Gritaré hasta que quede grabado en el viento Y mi voz se refleje desde ésta montaña Aunque tenga que andar encima de las aguas Hasta que ésta llamada sea escuchada Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta Que anuncia el cielo Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta Que anuncia el cielo.	Comienza a llover con violencia. Rápidamente bajamos por el sendero hasta Coll Prunera. En un momento estamos empapados hasta el DNI, literalmente. En Coll Prunera el camino se pierde. No podemos sacar el mapa, porque con la que cae, las líneas de nivel se borrarían, así que tiramos todo recto para abajo, haciendo el jabalí. Recordaba cien metros de desnivel sin dificultades orográficas aparentes, así que en diez minutos deberíamos aparecer en la pista. Al final eran doscientos metros, y algún cortado pequeño había, y algún tramo de barranco acuático también, pero como ya estábamos mojados del todo, no sufrimos mucho. Cuando llegamos a la pista forestal dejó de llover. Ha sido una tormenta fuerte, de una media hora. Ha habido agua para todos, pero ahora toca llegar al coche antes de coger una hipotermia. La pista forestal nos lleva hasta las inmediaciones de la Barata. Cruzamos la riera de les Arenes, que se mantiene seca pese a la que ha caído, nos metemos al coche, calefacción a tope y a casa rápido a darse una ducha.
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