martes, 7 de octubre de 2008

Cresta de Vall-llonga

El Domingo fuimos a hacer esta cresta en las inmediaciones de Sant Llorenç de Morunys. Ya habíamos hecho la vecina Cresta del Sol, y esperábamos algo de las mismas características, pero un poco más duro. Nos encontramos con roca bastante peor, menos tramos de escalada, y escalada menos agradable, debido a la roca discreta. No me pareció demasiado recomendable, aunque igual no era mi día.


De nuevo hace fresco por la mañana, y hacemos tiempo tomando un café hasta que el sol caliente un poco. Casi a las once llegamos al párking del km. 18.9 de la carretera del pantano de la Llosa del Cavall, nos ponemos los arneses, los trastos, los chalecos reflectantes, e iniciamos la aproximación. Parece sencilla, sólo hay que recorrer 700 metros por el arcen de la carretera, pero cruzar el tunel en curva con las bandas de motoristas dándole gas arriba y abajo le da un toque de emoción. Enseguida localizamos a la derecha los parabolts del primer largo, y llegamos al pie de vía.

L1 (IV+): Montse le ataca a la placa tumbada de conglomerado. La parte inicial es de roca crocanti, y hay que vigilar. Más para arriba la roca se convierte en aceptable, y tumba más. Hay cinco parabolts en el largo, bien situados, así que es más peligroso asegurar el largo que escalarlo.

L2(III): Continuación del anterior, mucho más tumbado y con tramos de tierra y vegetación. Feo. Hay un puente de roca y más arriba una cinta en una sabina, donde es aconsejable hacer reunión. Yo aún tiré para arriba unos metros, caminando, y acabé montando una R en unos matojos.

Después de este largo viene un tramo de caminar, se llega al colladito sobre el túnel y se sigue la cresta, bordeando la siguiente aguja por la derecha hasta llegar a una brecha antes de un muro empinado. Buenas vistas sobre el pantano de la Llosa del Cavall, y sobre la más concurrida Cresta del Sol, al otro lado. Se puede seguir la evolución de las cordadas mientras escalan, y se escucha lo que hablan entre ellos, seguramente mejor de lo que ellos se oyen. A estas alturas del año el sol empieza a dar en la pared a la una del mediodía, así que no es necesario madrugar mucho.

L3(V): También para Montse, que hoy es su día. Entrada vertical con roca aceptable, para alcanzar una cinta en una sabina. Después hay que incorporarse en la lastra de la derecha intentando no romper muchas cosas y chapar un parabolt. Montarse en la placa tumbada y seguir para arriba, intentando ayudarse solamente de los bolos fijos. Hay un clavo raro, otro seguro y se monta R en un gran pino.

L4(I/II): Caminar siguiendo la arista, sin complicaciones, setenta u ochenta metros, hasta superar una antecima que da paso a una zona afilada de la arista. Allí un parabolt permite hacer una reunión no homologada.

L5(III): Otro para Montse. La reseña marcaba V, y desde la arista parece que el resalte final, de unos cuatro metros, pueda ser complicado. Se pone en faena, chapa el primer parabolt, y sube sin más problemas, siempre vigilando la roca, que no es buena. Chapa otro parabolt arriba, ya pasadas las dificultades, y continúa hasta el siguiente colladito hasta que encuentra una sabina para montar R.

Y se acabó. Paramos un rato a comer algo, y disfrutar del día y de las vistas, y emprendemos el descenso. Habíamos olvidado la reseña, y yo estaba convencido de que era hacia el Norte. Bajamos unos metros hacia el norte y tiramos al oeste a buscar el siguiente collado de la cresta. Yo lo veo feo para pasar, pero Sergi se asoma a mirar y encuentra el camino, sencillo pero aéreo, para bajar al collado. De allí el camino ya es evidente, bordeando por el Sur la cresta, para llegar hasta la carretera, por trazas de sendero. Otra vez nos ponemos el chaleco reflectante y para el coche, a donde llegamos en cinco minutos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades, seguramente ha veis hecho la primera repetición.
El ultimo largo que marcamos de V es
si se pasa por el lado izquierdo, donde hay mas patio.
Os recomendamos la cresta dels Llengots con mucha mejor roca y mas ambiente de ascención.