lunes, 4 de febrero de 2008

Marchando otra de vermouth.

Este sábado tocaba otra vez el Culivillas.
La idea era continuar en el punto donde habíamos abandonado la semana anterior. El pronóstico del tiempo era algo incierto, un poco de nieve de madrugada y luego muy nuboso mejorando a lo largo del día. Pasamos la noche en el Corral de Mulas, algo de ventisca y bastante frío fuera, y algo mejor dentro del coche. De paso homologamos el Xsara Picasso para dormir tres. Al amanecer, empezaron a aparecer claros, y al empezar a caminar ya se veía que iba a ser un día soleado.

En la aproximación la nevada de la noche apenas había servido para ocultar la huella de los días anteriores, así que resultó un poco más trabajosa que la anterior vez. La pala Norte del Culivillas se hace larga, pero acabamos llegando al circo superior, donde nos preparamos el material, que esa lección ya la habíamos aprendido. Al pie del cono del pie de vía sacamos la cuerda, y me pongo en faena.

Tiro directo hacia la reunión que habíamos abandonado. Compruebo que no es lo mismo ir a pelo, a vista y con un mochilón en la espalda que con la cuerda, la mochila ligera y conociendo la vía y sabiendo que arriba está la R montada. Con todo, meto un friend, y me hubiera gustado proteger algo más, pero no es fácil, y si el otro día subí, pues hoy también. Llego arriba, y en conjunto me parece difícil (D). Me anclo a la reunión, espero a que se me descongelen las manos y comienzo a recuperar a mis segundas, que suben sin más dificultades que las de vencer el frío.

El segundo largo debe ser una travesía a la izquierda, hasta ganar el eje de la canal. El comienzo se protege bien con friends medianos, pero el último paso tenía sorpresa. Hay que hacer un pequeño destrepe de un par de metros para llegar a la canal, pero desploma. Así que hay que buscar el camino por arriba, pero hay que darse un paso de bavaresa en mixto demasiado complicado para lo que sabemos hacer. Además, volver hasta la R es sencillo. Con esas opciones, me vuelvo a la R, y le pido a Montse que se lo mire. Hace la travesía, comprueba que sólo es un paso el que nos separa de la canal, prueba la bavaresa, pero se le mueve un pie, y se le quitan las ganas de mixtos, así que agachamos las orejas y para casa.

El rapel por la canal es como un dejà vu de la situación de la semana anterior, aunque esta vez hemos avanzado diez metros más. Además, vemos el resalte de hielo por donde va la vía y que evitamos el finde anterior para no sacar la cuerda, y ahora nos parece sencillo. Es tarde ya para meterse otra vez para arriba, así que lo dejamos para otra ocasión.

Llegamos al párking a buena hora, y además nos da el sol, con lo que aparcamos la idea de volver a casa, y optamos, en cambio, por descender el río Gállego, por Caldearenas y Javierrelatre, hasta Murillo. Aún llegamos a tiempo de ver la puesta del sol en los mallos de Riglos ...

5 comentarios:

Fern dijo...

¿Así que de nuevo estuvistéis por ahí este finde? Vaya, vaya, que pena no haberlo sabido para fijarme si os veía que pasé por donde el parking de anayet varias veces.

Anónimo dijo...

Cachis , lo mismo digo lastima nos hubieramos echao unas risas , conociendo a mi navarico seguro que volvemos en breve je je je

Pekas dijo...

Una vía muy apetecible... qué tal la nieve...???

Un saludo ..apañero...

Raúl dijo...

La nieve estaba sin transformar, la aproximación se salvaba por la huella de ski. Pero la pared estaba más seca, y con bastante hielo. De todas formas, todo esto es historia, porque el domingo parece que cayó un buen paquete venteado del sur, y las condiciones en cara norte habrán cambiado bastante.

Vente pa Margalef y lo comentamos :p

Anónimo dijo...

Pekas eso vente a Margalef que hace tiempos mas que no te vemos el rostro petons