lunes, 10 de noviembre de 2008

Tercera República a la Pared de las Onze Hores

El Domingo, madrugada espectacular para escalar. A la una del mediodía logramos salir de casa, y a y media estábamos en el párking de Depósitos, con material de deportiva, para hacer algo que tuviera parabolts en la pared de las Onze, que ya habíamos hecho una de buriles, pasando demasiado miedo.


Así, llegamos al pie de vía de la Tercera República, claramente identificable por la línea de spits mimetizados que pasa entre dos bolos gigantescos.

L1 (V+/Ae): Me meto con moral y convicción, y me dura hasta que chapo el primer spit, la roca no es del todo buena, y me da palo tirar en libre, pese a que lo intento. Pruebo un poco en A0, pero tampoco llego, y acabo sacando el estribo. Así, acabo el largo en Ae, con algún paso muy largo y algún pasillo suelto obligado en libre. Además, me manejo fatal con el estribo, y me cuesta un rato llegar a la R, tres paraboles con anilla. A Montse se le da bastante mejor, y pasa escalando bastante, sin sacar el estribo.

L2.1(V+/Ae): Más de lo mismo, otro tramo muy vertical por roca no del todo buena, y algún paso largo. En la parte superior, la roca comienza a ser buena, y ya se puede ir en libre sin problemas. El largo es muy largo, 45 metros, pero como nos faltaban unas cuantas cintas para llevar las diecisiete que marca la reseña tengo que pararme a montar una R intermedia en cuatro buriles que encuentro por ahí, a la altura de la R2 de la Flops. De nuevo Montse pasa bien, acerando lo mínimo. La roca es indicada para escalar con la cuerda por arriba.

L2.2(IV+): Aquí hay roca excelente, el largo es algo tumbado, pero no sobra canto, y hay que usar los pies e ir buscando lo fácil. Por fin algo para escalar. Después sube Montse, no la veo escalar, pero seguro que lo hizo muy bien, porque al llegar a la R recibió una gran ovación del público asistente.

L3(Ae): Magnífica visera para iniciarse en escalar sin tocar la pared con ninguna parte del cuerpo. Comienzo, siguiendo los consejos de Montse, porque no sé cómo atacar el tema, me planto sin demasiados problemas en el seguro del medio del techo, y después, a la hora de pasarme al de salida comienza el espectáculo, que pasa por varias fases, al principio lamentable, después patético, y luego esperpéntico para llegar a la R. Con dos estribos de aluminio igual hubiera ido mejor, pero llevábamos sólo uno, y otro de cinta, y eso unido a mi carencia de técnica propició que me arrastrara de mala manera. Le descuelgo los estribos a Montse, izo la mochila, y la aseguro a ella, que sube con mucho más arte que yo, y supera sin problemas la salida del techo.


Ya casi se ha puesto el sol, y hace bastante frío, así que recogemos rápido y corremos a buscar el Camí dels Monjos para bajar al coche.

Entretenido recorrido, por roca característica, que deparará grandes sensaciones a quien lo pruebe en libre. Trampeándolo no da excesivos problemas, apenas un par de pasos obligados. Para acabar, la visera, opcional y de dimensiones reducidas, con seguros cerca y el asegurador a lado, es un buen lugar para empezar a pillarle la técnica a ese tipo de superficies. 17 cintas, la mitad de ellas largas, para evitar el rozamiento en el L2.


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