De su cima, nos dirigimos hacia rumbo a la Mola, disfrutando de unas vistas privilegiadas de las paredes del primer piso, desde el Cavall Bernat hasta el Plecs del Llibre.
Antes de llegar a él , cambiamos el rumbo, cruzando el Sot de la Codoleda, para dirigirnos a la Masía de Can Torras. En esta excursión por los alrededores de la Castellassa de Can Torras prácticamente no se vé la Castellassa, apenas de refilón desde las cimas del Pujol y Mont Rodón. A cambio, se pasa por la puerta de la Masia que le da el apellido. A destacar, la gran encina y el curioso reloj de sol.
No tenemos reloj de sol. Pero tampoco es que lo queramos, porque para el uso que le íbamos a dar. Más usamos el frontal que la crema solar.
Bonito paseo, de un par de horas, ciclable casi en su totalidad.
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