lunes, 30 de junio de 2008

Cresta del Ferrán


Ayer domingo nos fuimos a hacer la cresta del Ferrán. La meteorología no era del todo propicia, y la previsión apuntaba a que se iban a freír hasta las lagartijas. Aún así aceptamos el desafío, y aprendidos del domingo anterior tomamos las medidas oportunas para combatir la chicharrina.

Dormimos en Oix, y antes de amanecer ya nos habíamos puesto en marcha. Tomamos la pista de Hormoier. A partir del segundo puente la pista está en mal estado. Con un turismo se puede pasar, pero andando es más rápido, así que mejor aparcar después del primer puente. En la mochila llevamos poco material (cuerda de 60, rapeladores, seis cintas largas y una R) y mucha agua.

El acceso a la cresta es sencillo, siguiendo la pista se atraviesa el desfiladero hasta llegar a un prado. Atravesando el prado se llega a una pasarela de madera por donde se cruza el río. Se sigue unos metros y se toma el segundo sendero hacia la derecha, hay una pequeña indicación, y una cruz de color amarillo en un árbol. Seguimos el sendero hasta casi cruzar el desfiladero. Un gran hito y una gran flecha pintada en la roca indican el comienzo de la trepada, donde nos ponemos ya el casco y el arnés.

Un sendero empinado, con abundantes marcas rocas y algún paso suelto nos llevan al primer punto delicado de la cresta, una travesía hacia la izquierda, de III, con cuatro parabolts. Después se ataca recto un muro, también de III mantenido, con algún árbol para proteger la marcha. Y se llega a la cueva, ya más fácil pero con algún paso suelto, algo sucio. Se atraviesa la primera mitad de la cueva y se sale por la izquierda, para alcanzar ya el filo de la cresta.

Y ya no hay pérdida, seguir la cresta para arriba, y para abajo, mucha trepada, mucho canto, algún paso de mirarse, pocas zonas de caminar, y roca excelente con contados bloques inestables. Se va subiendo hacia el este, así que madrugando se disfruta de sombra buena parte del recorrido. La cresta es muy larga, no es un buen sitio para iniciarse en este tipo de terreno, porque el horario se puede escapar de las manos fácilmente. Y es aérea, ma non troppo.

Después de un buen rato de crestear, se llega a una brecha con una buena instalación de rápel en la parte superior. Un rápel de casi 30 metros nos deja en la brecha. Después, viene el largo clave de la cresta. Hay que escalar un muro de IV, en ligera diagonal a la derecha. Hay un par de clavos, y se pueden lazar también un par de encinas. Después, se vuelve al filo de la arista, donde hay buenos sitios para montar R. Continuamos un poco hasta un sitio cómodo y ya recogemos el material.

Pero la cosa no se ha acabado, aún queda un buen trozo de cresta hasta llegar a la cima, en el que pese a ir caminando la mayor parte del tiempo, aún tendremos que seguir prestando mucha atención, y trepar algún paso suelto también. Aquí el sol empieza a apretar, pero no hay que tocar demasiado la roca, y además los tramos descubiertos se alternan zonas de bosque, aún frescas.

En la cima comemos algo, bebemos bien de agua, una foto y para abajo por la normal. No hay pérdida, sendero bastante marcado hasta el collado al Norte (Talaixa) y después, seguir el valle hacia el Oeste, primero siguiendo el GR-11, y después marcas amarillas que nos conducen hasta la pasarela de madera, todo ello mayormente a través del bosque, donde se empieza a notar el calor, pero a salvo del sol.

Y ya está, una cresta muy larga, en la que hay que tener bastante cuidado con los horarios, porque no es raro que se haga de noche, o que el calor de las horas centrales del día haga estragos, o que durante la actividad se forme alguna tormenta. Madrugar mucho ayuda, en cualquier caso. Y llevar bien de agua. La dificultad (III con un paso de IV) podría indicar que es un paseíllo, pero en cambio es algo más duro.

jueves, 26 de junio de 2008

Dent d'Orlu. Arista este.

Después de las tapas, el domingo venía el plato fuerte, la arista este (Arête est en las reseñas del CAFMA). No madrugamos demasiado, pero visto lo que tuvimos, lo suyo para esta época del año es salir a las cinco de la mañana para llegar al col de Brasseil con las primeras luces del día. Llegamos bastante más tarde que eso, y ya había gente escalando. Del collado se avanza por el pie de la pared, siguiendo la línea de puntos rojos hasta encontrar una instalación de rápel. Antes de que la cosa se ponga muy chunga mejor pararse a ponerse el arnés, que la repisa no es demasiado cómoda para andar con tonterías. Un destrepe de segundo nos lleva a una buena instalación. De allí, un rápel de 45 metros nos deja en la repisa herbosa donde comienza la vía. La rampa del rápel parece IV desequipado, así que volver es factible, pero delicado. Hay un parabolt y unos puntos rojos y el nombre de la vía escrito, así que no hay problema.

L1 (5a): La vía sigue una diagonal herbosa hacia la izquierda, para alcanzar la arista. No tiene gran dificultad, pero si hay humedad, las transiciones hierba-roca son graciosas. Al final de la diagonal está el paso de quinto, en una especie de chimenea que se protege bien. Un poco más arriba se hace reunión en dos parabolts. Este largo es el único que nos salió de más de cincuenta metros, pero no hay problemas para hacerlo, ni el resto de la vía, con cuerdas de 50.

L2(5a): De la R se sigue un poco hacia la izquierda, para buscar el paso más sencillo del resalte, que está bien protegido con un friend. Después, se sigue hasta la R, con algún seguro.

L3(5c): Primero de los largos duros. Un resalte tieso, protegido con un parabolt. Después, travesía hacia la izquierda, por fisuras protegibles, y se llega a una bonita placa con otro parabolt, que se supera ayudándose de una veta de cuarzo. Me faltó convicción, y me colgue a mirármelo, pero no era demasiado duro.

L4(5b): De la R enseguida se llega a un murito con diedros con la entrada algo desplomada. Meto un friend, lo pruebo, pero no lo veo muy claro. Estoy un rato y al final me decido por el escaqueo por la derecha. Cambio el friend del sitio y encuentro un clavo junto al friend que he puesto. Sigo por la rampa a la derecha y encuentro un parabolt. Tiro un poco más hacia arriba y cuando la cuerda empieza a pesar, monto R en un buen merlet. Tal vez me haya perdido algo, porque el 5b no lo he visto. En cambio, en la repisa de la R veo algo que brilla. Pa la saca.

L5(4c): Llega el momento All-Bran del día. De la R, salida matojera por encima de un enebro enclenque, que lazo. Más adelante encuentro otro enebro enclenque, con un cordino ya puesto, que vuelvo a lazar. Y luego viene el paso. Hay que cambiarse a un diedrillo a la izquierda, con pies regulares y manos malas, en un paso de fe. No lo veo claro, y en cambio, voy subiendo más, y yéndome más a la derecha, hasta que hago un paso que luego no podré destrepar. Y ahí me quedo, sin poder volver a la vía, y sin poder meter nada, pues estoy en una placa bastante compacta y sin ningún seguro mínimamente fiable desde la R. Así que de perdidos al techo, a ver si puedo meter un friend en una fisura con mucho liquen. Tiro poco a poco con cuidadín, me planto medio bien, pruebo con el #2 y es muy grande. Pongo el #1, que entra bien, pero no me acaba de dar buen rollo. Chapo una cuerda, y consigo un poco más de calma, suficiente para coger la fisura del techo en invertido, y mediante unos movimientos escalatorios lograr incorporarme a terreno más fácil. Respiro, que llevaba un rato sin, coloco el #3 en un buen lugar, y sigo sin más incidencias hasta la R.

L6 (5a): Aquí hicimos lo que parece imposible en una arista. Nos perdimos. Tiramos una diagonal hacia la derecha, por unas terrazas, casi caminando, y luego para arriba, hasta que se acabó la cuerda y hubo que hacer reunión en unos bloques. Todo bastante fácil. Seguro que este largo es bonito, pero no lo vimos.

L7(5a): Conscientes de que estábamos fuera de la vía, hacemos una tirada matojera para intentar volver a la arista, resultando uno de los peores largos que se recuerdan. Llegamos a la R, desde donde vemos el largo, que parece una bonita placa de adherencia. Pero no estamos para rapelarlo y comprobar si es tan bonito como parece.

L8 (4a): Recuperamos el placer de escalar por roca. Además, al alcanzar el filo del espolón nos encontramos con una vista preciosa de la Main, con una cordada atravesando la Taillante. Hay un parabolt donde me dispongo a montar R, pero veo unos metros más arriba el descuelgue de la Durendalle, y sigo hasta allí.

Llegados aquí estamos a mitad de vía, buen momento para hacer una parada, y evaluar los daños. Hemos hecho seis de los nueve largos de quinto, pero aún nos quedan dos de 5c. De agua llevábamos tres litros y ya estamos en la reserva. El sol sigue plantado encima nuestra, calentándo de lo lindo. Físicamente estamos también bastante justos. Rapelar la vía es bastante complicado. Seguramente el abandono más sencillo en este punto sea rapelar por la Durendalle o les Enfants. Pero tampoco estamos tan mal, sólo necesitamos que el sol nos deje de pegar duro como lo ha hecho durante todo el día. Buscamos la sombra de unos bloques, reposamos un poco, comemos algo, y continuamos el camino.

L9 (3c): Largo cómodo hasta que se junta con la salida de les Enfants de la Dalle, a la altura de la última chapa. Un paso que no es 3c y se llega a la reunión.
L10(3c): Este sí que es tercero, aunque comienza bastante aéreo. Luego no tiene más problema que el ir viendo el largo siguiente cada vez más cerca, e ir comprobando que la vía sí que va por ahí. De la R nos descolgamos un poco hasta una zona de sombra, donde seguimos esperando que el sol se marche.

L11(5c+): En efecto, la vía sigue el filo del espolón, y no se lo escaquea. En cambio, al meterse en faena la cosa cambia. Al principio, una placa fina pero factible, bien protegida con un parabolt nos lleva a un replano en la arista. Un paseíllo aéreo pero fácil nos lleva a la travesía de 5c+. Dos metros y pico de travesía por una placa lisa. Así, a vista, me pareció imposible, pero hay un parabolt al principio, otro a mitad de la travesía, y un enebro en el diedro de salida. El A0 me salió bordado. Después no tiene más problema que el ir viendo el largo siguiente cada vez más cerca, e ir comprobando que la vía sí que va por ahí.

L12(5c): Esta es la razón por la que merece la pena subir hasta aquí. El largo sigue el filo de un magnífico y estético espolón. Encadenarlo debe ser magnífico, pero si ya de normal andamos justos de grado, a estas alturas de partido, ir de chapa a chapa trampeando todo lo posible ya es un triunfo. Está bien protegido con parabolts, no hay excusa para no intentarlo en libre. Pongo el Z5 antes de el primer parabolt, que está un poco alto, y escalando un poco llego a él. Lo chapo, respiro, y me preparo para una sesión de A0 con salidas en libre, de chapa a chapa, por todo el filo. La última chapa me pilla muy alta, así que me escaqueo por la derecha, colocando el #.5 a cañón, y después saco de la saca la cosa brillante que me esperaba en la R4, que proteje la salida de la fisura de la derecha, hasta llegar a terreno más fácil.

Sobre la reseña ya hemos pasado lo duro, estamos justísimos de fuerzas, pero no deberíamos tener problemas. Además, las nubes de evolución comienzan a hacer su trabajo, y el sol nos da algo de tregua.

L13(4c): Se camina hacia la derecha y después se remontan unas placas fáciles, con roca algo delicada, hasta la R. Seguramente tercero.

L14(5b): Un último paso para acabar bien el día. Un diedro con pancita, bien protegido. Lo pruebo, pero me falta el canto que me permita subir bien los pies. Tengo un buzón para la izquierda, pero las fuerzas no me dan para el canto de la derecha, que está en un agujero que veo de color amarillo. Lo pruebo un par de veces y no salgo. El último movimiento de la vía se me está amontonando. Al final, veo la luz. Izquierda en el buzón, Camalot del #2 en la mano derecha, directo al agujero, A0, pies arriba y ya está. De la reunión ya veo el último largo, que ya conocemos de cuando hicimos la Josephine.

L15(3c): Travesía sencilla y reunión en un bloque. Coincidimos con un par de cordadas, una entra por el sur, por la Ithaque, y la otra por el Norte, por Es poulit l'éfan. A partir de aquí, el terreno se conocido, y la otra vez lo pasamos sin material, así que esta no pasaremos mucho miedo.

L16(4a): Un muro vertical con mucho canto, una travesía y una diagonal fácil en adherencia, para llegar a la última R de la vía. La cuerda roza bastante. Y ya está la vía. Los franceses han desaparecido, seguramente se hayan desencordado en este punto. Nosotros optamos por una solución intermedia, plegamos una de las cuerdas y tiramos al ensemble con la otra. Hasta cima quedan tres muritos de III, tiesos y con tanto canto como patio.

Y ya está, casi. Guardamos el material, y arrancamos para abajo, agotados y totalmente deshidratados. Una primera parte del descenso incómoda da paso a un tramo más cómodo, donde el sol vuelve a aparecer para intentar darnos la puntilla. Tras un tramo agónico, logramos introducirnos en el bosque. Allí, la sombra nos permite seguir bajando hasta que, por fin, llegamos al arroyo, donde nos prehidratamos, y nos aseguramos la supervivencia hasta el coche, donde nos esperan unas cervezas fresquitas.

Ha sido una vía muy dura, más aún teniendo en cuenta que le hemos entrado un poco tarde, y bastante justos de fuerzas en un día demasiado caluroso. La vía nos ha resultado más exigente que la Josephine, tiene bastante de aventura, algunas zonas un poco feas, un largo muy muy bueno, parabolts en los pasos duros y tramos de autoprotección. La retirada es bastante complicada en casi toda la vía. El ambiente a partir de la R7 es excelente, con todo el patio de la cara sureste, y la mano y la Taillante. Muy alpino.

De material, utilizamos friends de todos los números. Concretamente, en el tramo desde la salida de la Durendalle y les Enfants de la Dalle a cima colocamos cuatro piezas, en el L12 el Z5 de WC porque la primera chapa está un pelín alta y el #.5 y el #.75 de BD para proteger el escaqueo del último parabolt y en el L14 el #2 para acerar el 5b. Todos más por falta de grado que para proteger puesto que los pasos duros están con parabolts. Si algún día nos animáramos a meternos a les Enfants creo que sólo llevaría cintas largas para merlets y sabinas, y no llevaríamos ningún friend para este tramo, o a lo más el Z5, que no pesa. El resto, teniendo el grado son prescindibles tranquilamente en el último tramo.

miércoles, 25 de junio de 2008

Dent d'Orlu. Tapas sans Dalles

Este puente largo volvimos a la Dent d'Orlu. El sábado llegamos a mediodía al párking de la cara Norte, la Poêle a Frire, que está a rebosar. Cogemos las mochilas, y arrancamos rápido para arriba. En hora y poco alcanzamos el collado de Brasseil, y bajamos a la cara Este. Hay bastantes cordadas, repartidas por la pared, pero podemos elegir la vía que queramos. Queríamos haber probado Fleur de Rhodo, o A Bistro de Nas, pero es más tarde de lo que querríamos, y estamos bastante cansados, así que optamos por la Tapas, aparentemente la más sencilla.

L1+L2 (4a+4c): El pie de vía es común con Dalles Blanches, que tira hacia la derecha. Comienzo valiente, intentando empalmar los largos. Vamos con dos de 60, y en la parte interesante del segundo largo, que parecía muy bonita, sufro mucho, luchando contra el peso de la cuerda, y colgándome de las cintas para poder chapar. Me digo que no vuelvo a empalmar largos. Ha pegado el sol de lo lindo durante toda la mañana, y la roca quema en algunos puntos.

L3+L4 (3c+4c): Le toca a Montse, que repite la jugada. Otro largo bonito de 4c estropeado por el peso de las cuerdas. Además se queda sin cintas, y tiene que descolgarse a buscar más. Hay unas gradas al final del largo.

L5 (4a): Placas tumbadas, bien protegidas. Los largos son de a 40 metros, y se hacen rápido. Se están formando nubes de evolución, que nos aportan sombra, frescor, y nos hacen darnos vida, no vaya a ser que nos pille.

L6 (5b): Este largo tiene un paso duro, consistente en superar las dos gradas que interrumpen la placa tumbada. Un parabolt en cada grada permite pasar en A0. A Montse el paso le queda muy largo, lo mira y acaba escaqueándoselo con una bonita excursión hacia la derecha. Yo lo pruebo recto, pero tampoco lo saco y acabo acerando del parabolt de arriba.

L7 (5c+): El paso clave de la vía, que tampoco es obligado. Hay que superar una grada, ayudándose de unos garbancitos. Lo miro, pero los cantos son muy malos, y sale duro. Estoy un rato colgado hasta que encuentro la solución, cuelgo la mochila de la chapa, y ya sin ella, le aprieto de lo lindo a las ñapas, y consigo encaramarme. Después, cojo la mochila y sigo hasta la reunión, en diagonal a la derecha.

L8 (4a): Comienza empinado, y luego placa sin muchas complicaciones.

L9+L10 (4a+3c): Vuelvo a empalmar largos, la cuerda sigue pesando, pero es más fácil que al principio, a veces un poco herboso.

L11 (3c): Largo feote, sucio y herboso. Se salva porque la reunión es en la misma cima, y hay buen ambiente hacia la cara Sur.

Foto de cima, y recoger rápido, que está oscuro, truena y nos va a pillar. Salgo con el Gore puesto, y en efecto, antes de llegar al bosque empieza a llover. Pero más que mojarnos, la lluvia nos refresca un poquito, y en una hora estamos de vuelta en el coche. La vía, seguramente sea la más repetida de la Dent d'Orlu. Es la de menos aproximación, el grado obligado es quinto pelado, y tiene parabolts y spits repartidos de gorma generosa a lo largo de todo el recorrido. Como toda la cara este, si hace sol a media mañana es un horno en verano, mejor para otoño, o hacerla por la tarde.

jueves, 19 de junio de 2008

Serra de les Pedritxes

Ayer tocaba un paseo por la Sierra de les Pedritxes, para disfrutar de la entrada del verano.
Desde Can Roure, el camino arranca casi junto a la carretera, subiendo por la vaguada, hacia el Oeste. Hay marcas de PR. Enseguida llegamos a la altura de los Forns de Calç de Can Roure, bastante bien conservados. Un poco más arriba llegamos al Coll de Can Roure, ya en el lomo de la Serra de les Pedritxes, en la divisoria de los términos de Terrassa y Matadepera.

Tomamos la divisoria hacia el norte, pasamos junto a una torre de alta tensión, y enseguida alcanzamos el Turó de Sant Joan, con buenas vistas de Matadepera, la Mola y Terrassa. Mantenemos el rumbo, y vamos pasando por una sucesión de collados y turonets, enlazándolos por un precioso sendero dentro del bosque, que nos protege del calor. En menos de una hora desde el coche alcanzamos la cima de la sierra, el Pic de l'Àliga.

El sitio es precioso. Debajo la urbanización de les Pedritxes está, sin duda, demasiado cerca, pero apenas se nota su presencia.

Para volver, continuamos hacia el Norte, hasta el depósito de agua del Coll de Foradades, y de hay, por pista a la Alzina del Vent, y de nuevo por un sendero que flanquea la sierra por el Oeste hasta el Coll de Can Roure. Unas dos horas con calma, la mayoría de ellas por senderos muy agradables, al lado de Terrassa.







martes, 17 de junio de 2008

The Mama's and the Papa's

El Domingo quedo con Raúl para hacer deportiva. Le pido un sector donde haya quintos, para que pueda escalar algo, y quedamos en Collbató, para ir a The Mama's and the Papa's. Si se localiza el camino el acceso es sencillo, siguiendo primero las marcas azules y luego unas fitas llegamos hasta el pie de vía de la zona B. En menos de diez minutos ya estamos preparando las cosas para escalar. Las vías tienen buena pinta, cortas y con muchas chapas brillantes. Así, probamos unas cuantas vías. Él ponía las cintas y escalaba y yo subía como podía y recogía el material, a veces.

Vía 4 (V, 12 mts): Parabolts con chapas caseras. La más fácil sobre el papel, a Raúl le cuesta un poquito encadenarla. Yo me agobio con las pancitas y los cantos arenosos y el liquen, me cuelgo y acabo saliendo en A0.

Vía 3 (V+, 12 mts): Parabolts con chapas caseras. Muy similar a la anterior. A Raúl le cuesta menos encadenarla. Yo también me voy haciendo a la idea de las pancitas y los cantos arenosos, pero tampoco consigo encadenarla.

Vía 7 (V+, 30 mts): Spits alejados. Le entramos por la lastra dudosa. Viene bien chapar algo de la vía de la izquierda, porque la segunda chapa está a quince metros del suelo. Los tres pasos duros están bien protegidos. Raúl la encadena bien, y yo me lío en el último spit, y me cuelgo.

Kiowas (V+, 12 mts): Parabolts. Más atlética, y más limpia que las anteriores. Raúl la saca bien, y yo, por fin, le pongo el punto rojo a algo. Bonita

Peix de Roca(V+, 15 mts): Parabolts. Rul va a saco, se coloca las cintas, se ata bien los gatos, mira para arriba, y va a por ella. Comienza a subir, hasta que se da cuenta de que se ha olvidado de la cuerda. Tumbada al principio, y con el paso duro al final. También sale bién.

Iroquesos (6a-, 15 mts): Parabolts. Desplome con canto y salida plaquera. Raúl le aprieta y se la apunta. Yo no lo consigo, pero la dejo a punto para una próxima visita.

Nyam Nyam (6b+, 20 mts): Parabolts. Raúl está muy fuerte. Le falla un chapaje y acaba colgándose, pero ya la tiene a punto. Yo no consigo levantarme del suelo, pero en A0 la desmonto sin problemas. La zona tumbada del medio de la vía está algo sucia, hay que asegurar con casco y asegurar arrimado a la pared.

Y con eso acabamos y para casa. Si de normal ya me pierdo por Collbató, cuando hay mercado sí que no hay manera de salir por la puerta grande. Así que después de varias vueltas al ruedo, consigo llegar a la A2.

lunes, 16 de junio de 2008

Senda dels Angels a la Portella Gran


El sábado, Álex y Miguel me llevaron de excursión a la Portella Gran. Álex tenía en la lista la Senda dels Angels, una combinación de vías en la cara Oeste, y hay nos metimos. Desde Can Massana, en un momento se llega al pie de vía, en el camino de las Portellas, sin pérdida. Álex y Miguel se pelean por abrir el primer largo, y yo busco sitios para hacer fotos.

L1 (muy chungo): Al final le toca a Álex.
La entrada es vertical, un tornillo y recuperable viene bien para llegar al primer parabolt. Los parabolts se alternan con los buriles, quedando la vía bastante segura.



A mitad de largo la vía tumba un poco, pero sigue sin ser fácil. No hay canto y hay que estirarse mucho o hacer pasos en libre para alcanzar los seguros.


Para acabar, antes de la reunión hay un desplomillo. Spit, parabolt y buril y se alcanza la R. Un parabolt y media docena de buriles.


Por detrás subo yo, muy arrastrado, haciéndome líos con los estribos, y Miguel, que la intenta sacar en libre. Lo resuelve todo menos un par de pasos.



L2 (Bastante chungo): Un paso de estribos para salir de la bauma de la reunión.


Después, hay una bavaresa factible, pero bastante descompuesta. Hay que vigilar no tirar nada al camino, que suele haber tráfico. Luego se llega a una fantástica terraza, donde hay proyectos para instalar un cibercafé y un bar. De momento al fondo está la R2, con dos parabolts.


L3 (Apretado): Le toca otra vez a Miguel. Salir de la R da un poco de pereza, pero está bien protegido. Sale todo en libre, pero el recorrido es bastante sinuoso, y hay que vigilar el rozamiento. Casi arriba hay un paso duro, apretando un poco sale en A0, si no, se saca el estribo.



L4 (Muy fácil): Este largo era como para mí, pero aún se me amontonó. Me acerco al primer seguro, y con el lío de estribos que llevo y lo mal que me coloco no encuentro la manera de coger la cuerda para chapar, así que me acabo pillando de la primera cinta. Luego ya es fácil hasta la cima.


Para bajar, dos rápeles por el otro lado, el primero tumbado y el segundo volado, hacia el collado.



Una buena vía muy variada, con tramos de pedales, tramos de libre, bien protegida con parabolts, pero también con unos cuantos buriles antiguos, roca buena en general, con algún tramo dudoso, vamos, que hay de todo.