viernes, 30 de mayo de 2008

López-Roca al Cavall Bernat de St Llorenç

Ayer, por fin con buen tiempo, volvimos al Cavall Bernat de Sant Llorenç.

Elegimos empezar por la López-Roca, a la izquierda de la normal. La vía tiene un primer largo con buena roca y equipamiento deportivo, que se repite habitualmente, y una segunda tirada con un paso más duro y roca mala de Sant Llorenç, para ir con mucho cuidado, que no se repite tan a menudo.

López Roca (30 mts. V+): Pese a tratarse de una vía corta, empleamos el método de asedio, como los rusos a la Norte del Jannu. Primero empiezo yo. La vía está equipada con parabolts, bien situados. El primero está un poco lejos, pero hay un buril antes, y con una recuperable se quitan todos los miedos. El primer largo se repite bastante, y no se mueve ningún canto. Se hace bien, hay que ir buscando lo fácil, y sólo hay un paso de V. El resto es fino, pero muy agradable. Llego a la primera R, (dos mosquetones con cadena y descuelgue) y hago un amago de seguir hacia cima, en estilo alpino, pero veo que la cuerda me va a rozar un poco y no estoy para hacer V+ con lastre, así que le pido a Montse que me descuelgue.

Bajamos la cuerda, y le toca a Montse subir. Sin ningún problema llega a la R. Me toca a mí de segundo. Cojo un estribo, y el reverso de Montse, y repito el largo, que con la cuerda por arriba no me cuesta demasiado.

Me pongo con el segundo largo, hay una buena panza, bien protegida por un parabolt. La intento en libre y estoy apunto de salir por arriba, pero se me acaban los cantos antes de que poder subir los pies, y me cuelgo. Me miro los pies, pruebo un par de cosas, pero nada. Saco el estribo y tampoco consigo pasar. Así que dejo la cinta y el estribo, y le dejo a Montse que me baje y pruebe ella.

Se sube, se lo mira un poco, prueba un par de cantos, y tira para arriba. Y el estribo ni tocarlo. Después de la panza, un tramo tumbado de roca regular y un párabolt. Y para acabar, un murito de un par de metros, de roca aleatoria, que tal vez aguante o tal vez no. Montse lo hace utilizando la laja dudosa y la sabina, que seguramente sea lo más sólido del paso, y después sale fácil a la R2, que es común con la vía normal.

Me toca darle otra vez a la panza, esta vez con la cuerda por arriba. Me cuelgo, quito la cinta, pliego el estribo, y me pongo. Uno, dos, tres, cuatro y ya está, he pasado el desplome, sin problemas. La cuerda por encima hace magia. Llego al muro de la risa. La laja dudosa y la sabina me dan mal rollo, pruebo más a la derecha y salgo por arriba, arrancándo únicamente un bolo que parecía sólido.

Una foto, un rápel de treinta metros por la normal, y estamos abajo. Aún queda luz, y tengo los gatos puestos, así que me pongo con la variante de la vía normal, que tenía ganas de ver cómo era.

Vía Normal. Variante (IV): Entra recto por el diedro chimenea. Hay un puente de roca. Después, fácil hasta la R intermedia. Se recorre un poco de la chimenea de la normal, hasta el primer clavo, y se escaquea el tramo chungo de la chimenea haciendo una travesía por la derecha, y subiendo una placa tumbada con buenos bolos. Es más fácil y más expuesto que la normal. Después, travesía a la izquierda a buscar el último clavo y el tramo fácil hasta la cima.

jueves, 29 de mayo de 2008

Roca Salvatge. Serra de l'Obac.


Ayer, con un cielo amenazante, nos animamos a descubrir la Roca Salvatge, en la Serra de l'Obac. Esta cima no destaca por su altura, ya que queda bastante por debajo del Paller de Tot l'Any y del Castellsapera, e incluso del Collet Estret. En cambio, sus paredes inaccesibles hasta para los más aguerridos escaladores llaman la atención. El único acceso posible es por el norte, desde el collado al que se accede caminando.

Comenzamos a caminar en la masía de la Barata. Unos metros por la carretera, y tomamos a la izquierda el Cami Ral, muy marcado, que nos acerca al lomo de la sierra de l'Obac. Cruzamos el Collet Estret y bajamos hacia el lado de Rellinars, por la canal del Forn. El sendero, con marcas rojas y azules, primero desciende por la vertiente derecha del torrente, para acabar cruzándolo y descendiendo por la izquierda.

Esta zona, bajo el Turó de la Carlina, es bastante sombría, y las lluvias de este mes crean un ambiente fresco y muy agradable. El camino no es muy transitado, y a veces está un poco cerrado por la vegetación, pero se sigue bien. En algún claro del bosque ya comenzamos a disfrutar de las vistas de las paredes de la Roca Salvatge.

Encontramos un marcado desvío a la derecha, que nos lleva hacia la canal de Mura, hacia el norte. Cruzamos el barranco, corre agua y hay unas pozas, habitualmente secas, donde las ranas disfrutan del agua. El camino remonta la canal de Mura, en busca del collado de la Roca Salvatge.

Del collado se accede fácilmente a la cima, ya por campo abierto. La primera antecima es evitable por la derecha. Pasamos por arriba, y nos toca hacer un corto destrepe de II, para continuar después hasta la cima, donde una gran losa plana parece invitar a permanecer un buen rato disfrutando del paisaje de los alrededores. Pero entonces empiezan a caer unas gotas, y vemos como una borrasquilla nos va a pasar por encima.

Volvemos al collado, y de ahí tiramos por una cómoda faja hacia el Noroeste. Justo cuando la tormenta comienza a arreciar encontramos una cueva donde guarecernos. Está marcada como "La cova del so..." , pero no acertamos a descifrar el resto. Mientras llueve echamos un vistazo, el suelo es llano, y la entrada es estrecha. A unos diez metros, la altura ya no llega al medio metro, así que no seguimos más. Según este catálogo de cavidades, se trataría de la Cova de la Canal del Solitari, de 29 m de recorrido.

Un rato de charla y para de llover, justo para darnos tiempo a salir al GR-5, dirigirnos al pie del Castellsapera y bajar por su ruta normal hacia la Barata sin tener que usar el frontal. Con más y mejor tiempo se puede subir también al Castellsapera, pero como tuvimos espeleo por obligación, lo dejamos para otra vez.


El recorrido en amarillo

martes, 27 de mayo de 2008

Placa Sibarit

Después de un finde de lluvias, ayer pudimos sacar a pasear los gatos un poco. Elegimos Sibarit, que no había estado. Las reseñas están en la página de PGB. Las vías son cortitas, y están recientemente equipadas con químicos. La roca, pese a ser Sant Llorenç de Munt, parece traída de Montserrat. En general es excelente.

En la aproximación, sorprende agradablemente oír y ver correr el agua por los torrentes. La roca también escurre en algunas zonas, y alguna de las vías está impracticable, pero la mayor parte de la pared permanece seca.

Vamos a la derecha del sector, a empezar por las vías fáciles. La de los niños tiene mucha agua, así que empezamos con la de las niñas.

Pa las Niñas (V): Un paso opcional en la entrada y luego una pancita con otro paso. Montse y Silvia lo miran un poco y lo sacan. Yo, en cambio, llego desde la repisa de debajo de la panza al canto bueno de arriba. Ya que no puedo plegarme mucho, al menos, me aprovecho de estirarme

Nas de Mocs (V+): Esta es bastante tiesa, hay pies y manos todo el tiempo, pero no sobra canto. Hay que mirárselo, pero nos acaba saliendo a todos. No sé si llega a quinto duro.

L'insuportable pes del cul (V+): Kundera acertó de pleno al bautizar esta vía. La dificultad se concentra en un movimiento, en la panza, donde, como siempre, hay que subir pies. Montse la deja para otro día. Silvia no la pelea mucho, se la mira y llega a la R. Cuando me toca a mí, la sorpresa. Llego a la panza, chapo, lo veo chungo, pero en vez de decir pilla-pilla me da por subir pies, llegar a los cantos buenos y superar la panza. Una sensación curiosa, estar fuera de la zona de confort con la express en la cintura y tirar para arriba en vez de colgarse. Me hace recordar cuando escalaba más deportiva, y llego a la R contento.

Nos quedan más ganas de escalar pero no más luz, así que recogemos y para casa. Otro día más.

lunes, 26 de mayo de 2008

Banff. Spray Slabs.

Spray Slabs es un sector de escalada deportiva, en las inmediaciones de Banff, en la margen derecha del Spray River. Se accede cómodamente desde el Banff Springs Hotel o el campo de Golf, en unos diez minutos. El equipamiento es normalmente bueno, con químicos, aunque las distancias entre seguros varían de unas vías a otras. Las vías son cortas, unos quince metros, y los grados van del 5.9 al 5.11c, más o menos. Una cosa característica es que el sector es una placa tumbada de pizarra, y la escalada es de adherencia sobre microrregletas, muy técnica.

Con un tiempo irregular, y sin ideas claras para subir al monte después de los fiascos anteriores, nos acercamos a las placas a hacer un poco de deportiva.

Para empezar, me meto en la vía más fácil, el 5.9. El primer seguro está algo lejos. Sufro hasta chaparlo y me bajo para que pruebe Montse. A ella eso de la adherencia, el equilibrio y colocarse se le da mejor, y va haciendo hasta llegar a la cadena. En algún punto la roca es regular, y algún canto se astilla, y hay que mirárselo un poco. La pruebo otra vez con las cintas puestas y la primera pasada, y tampoco me apaño mejor. De chapa a chapa, sufriendo mucho y saltándome algún paso en A0 logro llegar a la reunión y recuperar el material. Sufrir todo eso en la vía más fácil del sector no anima a seguir escalando.

Mientras, Xose le aprieta a un 5.10c. La inclinación es parecida en todas las vías, y lo que le da el grado es el tamaño de las regletas y las minirepisas.

Cuando se nos olvida el desánimo por la vía anterior, nos decidimos a probar Union Maid (5.10a). La vía aprovecha la transición entre dos placas de pizarra, y ofrece algún canto extra aparte de las microrregletas. Montse se la apunta sin problemas, colocándose bien. Yo, en cambio, aprovecho los cantos que hay para hacer una fuerza absurda para una vía de escalada técnica. Además, como los seguros están muy cerca no acabo de pasar miedo. Así, consigo apuntarme mi primer Five Ten.

El resto de las vías no tienen canto y son más duras, así que viendo que no tenemos nada más que rascar por allí nos volvemos a Banff a hacer el turista.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Badalona al Gorro Frigi sin luna llena

Ayer, aprovechando que había previsiones de luna llena nos acercamos a Montserrat, a intentar la Badalona al Frigi. De todas formas no nos confiamos demasiado, y nos dimos prisa para llegar, y a las ocho menos cuarto ya estábamos a pie de vía, preparados para empezar. La vía es la más sencilla de esta cara de gorros, pero con poca luz y sin conocer la vía tampoco es un paseo.

L1 (III): La R1 está en las dos baumas características a la izquierda de la pared. La vía empieza muy a la derecha y alcanza la R en una sencilla travesía en diagonal. Por el camino se van chapando cosas que aparecen de las vías que cruzan, una R verde de la vía del Carles, un puente de roca, algún buril e incluso un spit colorado de la Badalona.

L2+L3 (IV): De la R se sale aún en travesía a la izquierda hasta llegar a un spit. De ahí para arriba, por lo fácil. Se ven parabolts amarillos, pero no hay que alcanzarlos. En vez de eso, se vuelve a la derecha hacia la vertical de la R. Aparece la R2, en una baumeta. El largo es corto, y pese a llevar cuerdas de 50 decido seguir para arriba. Un tramo de IV, bien protegido con spits, y después una zona más tumbada, con un aleje bueno. Se remonta una laja característica y se llega a la R3. 45 metros o así.

L4 (IV+): Un muro bastante tieso, con buenos bolos, que acaba en una resalte vertical, con más bolos buenos. Todo bien protegido. En el paso de arriba me descoloco y tengo que cogerme de la cinta para recolocarme. Para ser IV es bastante duro. Después del paso tumba un poco y se llega a otra bauma.

L5(III+): Aquí la luz ya empieza a escasear. Veo unos spits que salen rectos hacia arriba. Cuando llego al segundo se pone algo más chungo. Bastante a la derecha veo un spit que me resulta familiar. Me he colado, seguramente por la Snoopy o algo así. Me doy la travesía hasta el spit, no lo chapo porque rozaría mucho, y tiro para arriba, por terreno cada vaz más sencillo. Al rato veo una chapa verde de la vía del Carles, y enseguida la R5. Por detrás, Montse sube a quitar la cinta que había puesto yo mal, y hace la travesía de vuelta a la vía. El día del Tibidabo se había quedado con ganas de montarse en alguna atracción, así que se decide a probar El péndulo, obteniendo un poco de adrenalina, y una buena vista nocturna del Monasterio de Montserrat.

L6 (III): Este largo ya me lo conocía del día de la Adriá, así que no me asusta mucho, a pesar de que ya es de noche. Tiro para arriba a pasar la verruga por lo fácil, chapo alguna cosa que veo por el camino y monto R en la cruz. Ya es de noche, pero la luna llena nos ha dejado plantados. La luz que hay proviene de la contaminación lumínica de la ciudad. Decepcionados, tomamos el camino de vuelta.

El descenso se hace por la vía normal, un camino equipado hacia el lado de la Magdalena Superior. Unos tramos de cables y cadenas nos dejan en el collado. Después, una empinada canal hacia el pie de vía, y tomamos el camino de vuelta al monasterio.

Ya casi llegando aparece la luna. Es algo tarde, ya hemos pasado el Pas dels Francesos y no podemos disfrutar del todo de las agujas de Sant Benet iluminadas por su luz blanquecina. Para la próxima vez esperemos que la luna sea más puntual, o tal vez debamos salir más tarde nosotros

lunes, 19 de mayo de 2008

Collserola. PR-C 35. De Montcada al Tibidabo

Ayer, con un tiempo incierto, decidimos hacer una caminata por Collserola, aprovechando el transporte público. Así podíamos empezar por Montcada y seguir hasta donde aguantaran las piernas o la méteo sin tener que volver al punto de partida. De la RENFE de Montcada enseguida localizamos las marcas del PR-C35. (carenejant per Collserola, del Besós al Llobregat sense trepitjar cap torrent)

Como la parte del Turó de Montcada ya la conocíamos, decidimos pasarlo por arriba, subiendo por la arista NE y bajando por la normal al collado con el Turó dels Quatre Pins. El sendero va por abajo, por la pista forestal, y seguramente cruce algún torrente.

Del collado la pista desciende para buscar el Coll de Montcada. El tramo del polígono del collado y la parte de subida hasta el Turó d'en Gras, ya en el lomo de Collserola, es bastante desagradecida, bastante asfalto, zonas algo sucias, y también ruido. Para este tramo seguramente sea más interesante optar por el GR-92. Una vez en el lomo de Collserola se alternan tramos de sendero con tramos de pista donde abundan los btteros. Turós solitarios con collados urbanizados. Tramos selváticos con torres de alta tensión. En conjunto, para tratarse de un entorno semiurbano, el ambiente es agradable.

Tras cruzar las cumbres de los Turós de Montcada, Valldaurá, Magarola y Santa María acabamos acercándonos al Tibidabo. En su cima aprovechamos para hacer una visita a la Basílica del Sagrado Corazón, que nos protege de la tormenta que se veía venir durante todo el día. También el parque de atracciones, al igual que la basílica de comienzos del siglo pasado, tiene algún detalle interesante. Y la torre de comunicaciones, algo más reciente.


De la torre, ya para acabar el camino, bajamos por la Budellera hasta Santa María de Vallvidrera. En un momento pasamos de un entorno urbano a otro forestal, y viceversa, lo que produce sensaciones de contraste, y a veces también, choques problemáticos.




viernes, 16 de mayo de 2008

Cavall Bernat de Sant Llorenç. Ligón (A2/IV)

Ayer tarde volvimos al Cavall Bernat, que Marisa no había subido nunca. Junto a la normal hay unas cuantas vías, y ayer encontré las reseñas, así que podíamos intentar quitarnos una o dos.

Empieza Montse con la variante directa de entrada a la Normal. Creíamos que estaba limpia, pero hay un puente de roca. Con un camalot #2 se protege bien, aunque también se pasa sin meter nada hasta el puente. Después, la fisura es más fácil hasta la repisa de la R intermedia. A partir de ahí vienen las sorpresas. Han restaurado la vía, y han quitado el clavo con alambres de antes de la chimenea y el buril sintonizable que protegía la salida. Es una pena, porque especialmente al buril le estaba empezando a coger cariño. A cambio han puesto un clavo abajo a la izquierda, y otro un poco más arriba de donde estaba el buril, en lo que serían los emplazamientos originales. Así, la vía es un poco más segura, pero el paso duro hay que dárselo con la cuerda por abajo. A Montse le cuesta habituarse a la nueva situación de los seguros, pero acaba haciéndolo. Arriba también han renovado el clavo que había.

Baja Montse y le toca a Silvia, que también le da de primera, con soltura. Mientras me miro las vías a la derecha de la R intermedia de la normal.

Subo por el III de la normal hasta la repisa y me meto en la vía a la derecha de la R. Al poco me doy cuenta que hay dos líneas de parabolts en el desplome, y que en la de la derecha están más cerca, así que me cambio. El primer parabolt está un poco alto, pero llego a chaparlo, paso la cuerda, pongo el pedal, y comienza el espectáculo. Es mi primer desplome con pedales, y me lío con todo. Me cuesta encaramarme, me giro para los lados, me columpio, me pillo los dedos, simulo hacer la cigüeña, tiro para arriba y chapo la siguiente, que está muy cerca. Pongo el otro estribo, me monto, paso la cuerda, me columpio, me pillo los dedos, me giro, voy para arriba, cigüeña, y pongo otra cinta. Esto es un infierno, y estoy agotado. De nuevo me pillo los dedos, intento la cigüeña, paso la cuerda, pongo la cinta, me giro para los lados y me columpio. Ya queda menos. Hago la cigüeña, me columpio, paso la cuerda, pongo otro estribo, me pillo los dedos y me giro para los lados. Y se acaba el desplome, pero también los parabolts. Ahora que había aprendido a pillarme los dedos.

Salir en libre también tiene su gracia, volver a buscar cantos para pies y manos, colocarse. Me lo miro un par de veces, pero no lo acabo de ver. Los cantos son buenos, pero no me ubico. Al tercer intento subo pies, me coloco y acabo de salir del desplome. Ahora hay un tramo de IV hasta alcanzar la normal. Se hace bien, buenos pies, y buen canto. Pero la cuerda roza una barbaridad, y se me hace muy duro. Paso un mal rato hasta llegar a la parte superior de la normal, y no respiro hasta llegar a la R. Monto la R y ya está.

Bueno, no está. Queda desmontar. Y además, la R queda lejos de la vertical del desplome. Así que rapelo hasta la R intermedia, al pie del desplome, y desmonto la vía de abajo a arriba, en top desde el último parabolt, izándome con la cuerda. Arriba me vuelvo a poner la cuerda para rapelar, travesía a la chimenea, y rápel al suelo.

Entre tanto, Silvia que había empezado la normal a la vez que yo ha subido, ha hecho R, ha asegurado a Marisa, han rapelado las dos, se han marchado a cenar y para cuando llegamos al coche ya deberán estar en los postres. Y eso que la vía estaba equipada, que si hay que proteger me tengo que subir la hamaca para pasar un desplome de 5 metros. Aún me queda bastante para poder elegir vías donde ponga A2, pero de momento ya sé dónde ir practicando mientras.

jueves, 15 de mayo de 2008

Turó de Montcada

Pese a su modesta altura la posición del Turó de Montcada en la puerta de acceso a Barcelona desde el Vallés y su perfil afilado lo hacen candidato a una excursión vespertina, o matutina, según sea el caso. Hace ya un tiempo Aguito había publicado una reseña indicando la posibilidad de hacerlo en travesía, con unas trepaditas interesantes.

El martes se instaló una tormenta local en la zona de Sant Llorenç de Munt, así que trasladamos la excursión diaria a Collserola. Intentamos llegar con el coche hasta el cementerio de Montcada, punto de partida de la excursión, pero pillamos un poco de hora punta, y acabamos aparcando el el polígono de la Ferrería. Un poco de trekking urbano y acabamos encontrando el cementerio, y las marcas del GR-92.

Las seguimos por una pista que nos lleva hasta un depósito de agua. Justo encima de el depósito, abandonamos la pista por la izquierda, y vamos buscando senderos por terreno cómodo hasta llegar al borde de la cantera. Desde aquí ya no hay perdida, bordeamos la cantera por arriba hasta llegar al pie de la arista NE. Una trepada entretenida nos conduce a la cumbre, sin demasiados problemas. Tal vez haya algo de II. La roca no es mala en general, aunque hay que vigilar algo en algún momento.

En la cima, la foto de rigor, y continuamos, que hasta el rabo todo es toro. Iniciamos el descenso por la arista W. y vemos que el tema se pone un poco aéreo, y que el destrepe también tiene su miga, así que sin ningún complejo nos damos la vuelta, volvemos a cima y tomamos la vía normal, hacia el Sur. Además, así nos dejamos deberes, para otro día nos queda subir la arista W y bajar la NE. Para volver, llegamos al collado entre el Turó de Montcada y el Turó dels Quatre Pins. Subimos a este último, bastante menos alpino que su hermano mayor, y volvemos al collado, donde cogemos el PR-C-35, que bordea el Turó por el oeste, y nos lleva de vuelta a Montcada.

La excursión me ha aprecido realmente interesante. No tiene grandes desniveles, ni grandes distancias, ni grandes dificultades. De hecho, el desnivel, la distancia y la dificultad rozan el mínimo. Pero es un sitio curioso, donde pasar un rato. Además, con un poco de suerte se puede llegar en RENFE, o hacer la aproximación y el descenso corriendo (correr es de cobardes), o continuar por el C-35 y hacer la integral de Collserola.




martes, 13 de mayo de 2008

IRPF a la Gorra Marinera

Ayer, aprovechando la alineación de los astros que facilitó la coincidencia de fiestas locales en BCN y SBD, me coordiné con el señor Horn para ir a escalar a Gorros. Madrugamos un poco, y llegamos al monasterio en un plis-plas. La intención era buscar vías fáciles, intentar escalar rápido y subirnos a todos. Los resultados, en cambio, fueron paupérrimos.

Comenzamos por la gorra marinera. La idea es subir más o menos por la IRPF hasta la altura de la cueva, y luego seguir para cima por Sargantanes o algo así. Al principio es una larga rampa de III, hay una R de buriles abajo y un spit oxidado. También algún spit o parabolt más nuevo. Sin problemas, llego a la R, chapo y sigo. Como hoy estrenamos cuerdas, las vamos a usar enteras. A tope de cuerda hay una sabina, la chapo también y salimos al ensamble hacia la repisa de arriba, defendida por un murete un poco inestable. Después de hacer unos malabares con las piedras del murete alcanzo la repisa, donde monto R en dos parabolts nuevos. Hace mucho aire y frío, y el día está feo. Al poco tiempo llega Manu, que me dice que estaríamos mejor en cualquier otro sitio, así que nos vamos para abajo. Plegamos las cuerdas y destrepamos hacia la izquierda, por unas construcciones extrañas, de alguna antigua ermita, o algo así.




Bajando la canal hasta el pie de vía empiezan a caer gotas. De haber seguido para arriba no hubiéramos llegado muy lejos. De vuelta vemos a los compañeros de Metres de Roca retirándose de la Adriá. Llueve lo suficiente para no poderse escalar, pero no demasiado como para no poderse caminar, así que nos acercamos hasta la cima del Elefant, por la normal, para que Manu conozca Sant Benet, y para ir echando el ojo a nuevos proyectos. Después, una paradita en el refu de Sant Benet y carretera y manta.

Las lluvias de estos días nos han malogrado el puente, pero han venido como agua de mayo, así que bienvenidas sean. Además, ver agua por los barrancos de Montserrat, secos durante la mayor parte del año, alegra la vista.

viernes, 9 de mayo de 2008

L'esquirol. Sant Llorenç de Munt. Vía Normal.

Ayer volvimos al párking del Cavall Bernat. La tarea del día no era muy larga, así que sin muchas prisas nos dirigimos al esquirol. De frente la roca impresiona, pero por la parte trasera, por donde discurre la vía normal, presenta un aspecto más accesible.



Lo normal es hacerlo de una tirada. Se supera el muro de entrada, IV con buenos bolos, protegiéndose con una recuperable y un buril. Se atraviesa un poco a la derecha para alcanzar la fisura fácil (III). Antes ponemos otra recuperable. En la fisura aleja algo, pero es sencillo. A la salida, en la terraza de la derecha hay un clavo nuevo. Se le pone una cinta larga, pero no mucho, porque viene el momento All-Bran de la vía, una travesía a la izquierda, con roca discreta protegida con clavos cincuentenarios. Tres movimientos y se acaba la vía. Arriba hay una encina con cordinos, un spit nuevo con anilla y una plaqueta con un mosquetón de descuelgue oxidadín.
Salen casi treinta metros de tirada.



Después, de la R se sale caminando hacia la cima, un bloque suspendido en el vacío, al que se llega tras un corto paso de II. El día está gris, y ya es casi de noche, así que tampoco estamos mucho, y nos vamos para abajo. Marisa no había rapelado nunca, pero no se le da mal. Plegamos las cuerdas y llegamos al coche en un plis-plas, antes de que se nos haga de noche, aunque la vía de hoy era corta y sin aproximación, con lo cual no es mucho mérito.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Pic del Martell. Retorno Mágico

Ayer tocaba otra sesión de escalada vespertina al Pic del Martell. Esta vez entramos por la Retorno Mágico, pero nos olvidamos de la reseña, así que con un poco de incertidumbre nos metemos al primer largo. La idea es que la vía va para arriba por lo fácil, y que está bastante limpia.

L1 (IV): A la izquierda de donde comienza la vía hay una fisura con su correspondiente fisurero. Hacia él me dirijo, lo chapo y compruebo que no es tan fácil, y que tal vez la vía no fuera por ahí. Intento colocar otro seguro más arriba, pero no acierto a ver la manera. Me estoy un rato hasta que me convenzo de que los cantos no son malos, y apretando un poco salgo por arriba, lo que me deja sin aliento para el resto del largo. Tampoco es mucho problema, porque el resto es fácil. Se pasa junto a una reunión de buriles (poner una recuperable, chapar y seguir), se cruza una repisa y por un diedro fácil se llega a una buena R, terrazita, dos buriles y puente de roca.

L2 (IV+): De la R se supera un primer diedro. Encima se puede tirar recto, por una canal que está tan rota como parece, pero mejor tirar un poco a la izquierda (hay un clavo) y superar el resalte por unas fisuras tiesas con muy buen canto. Arriba hay otro clavo donde Montse monta R con dos aliens, porque entre un diedro y otro roza algo.

L3(IV): Lo que sería el final del L2 es una canal con vegetación, fácil. Después, se entra en una placa amplia, acanalada. Se sube cómodo, y parece que debe protegerse a placer, pero tengo un día espeso, y no acierto con los trastos, y malmeto un par de friends hasta que encuentro un puente de roca, que sí que me queda apañado. Las canales tienen un poco de tendencia a izquierda, y cuando parece que debe estar la reunión, aparece, en una buena repisa. Hay un puñado de buriles y un parabolt.

L4(IV): Encima de la R hay un espoloncito, y a la izquierda una línea de parabolts. Pues la vía va por la derecha del espolón, por lo fácil. Hay otro fisurero empotrado y Montse coloca otro más para incorporarse al espolón. Después, se va haciendo cada vez más fácil, es una trepada por bloques, hasta que la pared se acaba. Ya arriba del todo aparece un parabolt, y después, una buena R con otros dos parabolts.

Cuando llego yo a la R todavía hay bastante luz. Los dos primeros largos se nos han amontonado un poco, pero los dos últimos se nos han dado bien, y hemos conseguido salir en tiempos. Además, viendo la reseña comprobamos que hemos seguido la vía casi al completo, sobre todo por que el trazado es evidente. La vía está bastante limpia, la guía de Barcelona y alrededores la pone como semiequipada, pero apenas hay dos clavos y buriles en las reuniones. A pesar de eso tampoco hace falta llevar muchas cosas.

martes, 6 de mayo de 2008

Aresta Brucs a la Saca Gran




Este domingo llevamos a Óscar a escalar. Queríamos algo sencillo, pero que también tuviera un poco de altura. Buscando por ahí encontramos esta vía de Riera y Cerdá, que este año hace las bodas de oro, y acertamos. Con la cuerda por arriba se hace bastante bien. Tiene un par de pequeñas travesías pero no son problemáticas. Yendo de primero tampoco es un paseo, dos seguros por largo no dan para muchas alegrías, hay que ir atento.

Subir a Montserrat un domingo primaveral a mediodía es una odisea. El párking del monasterio está lleno, pero los Mossos nos dejan pasar hacia Can Massana. Allí también cuesta encontrar un sitio, pero logramos aparcar. El camino de las Portellas es entretenido, con alguna trepadilla, y un tramo con cuerda fija, y enseguida estamos al pie de vía. Hay un parabolt encima de una encina hermosa.

L1 (30 mts. IV): Para llegar al parabolt entro por la izquierda, por una placa lisa, chapo un buril, creo que de la vía Stephanie, y me encaramo a la encina. También se puede llegar a la encina por la fisura, por la derecha, algo terroso. El largo sigue la fisura, a mitad tumba bastante y hay otro parabolt. Otro tramo de cuarto por la fisura ancha hasta que se acaba. Entonces hay un clavo oxidado cabeza abajo, y una travesía a la derecha hasta la reunión. Si te abstraes del clavo y de donde para el anterior seguro es bastante sencillo. Dos parabolts con anilla. A Óscar le cuesta un poco ponerse a escalar, pero luego sube bien. La travesía final, fácil pero con posible pendulillo, no le supone ningún problema. La reunión es casi colgada, y le impresiona bastante.

L2(30 mts. IV+): Comienza por un muro tieso a buscar un parabolt. Después de chaparlo ya no hay problemas, unos metros más tiesos, una baumeta con un cintajo (mejor chaparlo sin mirar de dónde está cogido) y luego tumba. En la rampa tumbada hay otro párabolt, y se sale a una cómoda y soleada terraza. Un poco a la izquierda esta la R2, otra vez parabolts con anillas. Óscar pasa sin problemas, y está más cómodo en esta R que en la anterior. Aquí se puede sentar, y ver el paisaje, y hacer fotos.

L3(30 mts, IV): Se sale todo a estribor, para buscar la zona más tumbada. Hay un parabolt y un buril antes de alcanzar una buena laja. Bordeándola por la derecha encontramos el segundo parabolt. Luego, nos incorporamos a ella y ya fácil tiramos a cima. Un poco antes está la R3, dos parabolts. A Óscar se le amontona la travesía bajo la laja. Tiene buenos pies, y tirando de invertido sale cómoda, pero no es demasiado intuitivo. Después de un rato, Montse acaba convenciéndole de que puede hacerlo, y acaban llegando los dos a cima.

Corre algo de aire, así que monto un pasamanos hasta el rápel, en la otra cara de la aguja. La instalación da un poco de cosa al verla, pero mirándola bien resulta sólida. Comemos algo, disfrutamos del ambiente y para abajo. Un corto rápel nos deja en un colladito, y de ahí, una canal con algún destrepe de II en el pie de vía. Usamos la cuerda para asegurar a Óscar, pero se baja sin problemas, teniendo un poco de cuidado con las piedras sueltas.

Ya de vuelta al coche volvemos a sacar la cuerda para descolgar a Óscar en el tramo de cuerda fija. Después de haber estado por ahí arriba se le nota más cómodo con las cuerdas.